Hipermetropía
La hipermetropía (también llamada hiperopía) es un error refractivo. Es cuando el ojo no enfoca correctamente la luz. Generalmente, una persona hipermétrope ve claramente los objetos distantes, pero su visión de cerca es borrosa.
Pero otras personas experimentan la hipermetropía de manera diferente. Algunas personas no advierten ningún problema con su visión, sobre todo cuando son jóvenes. Y para otras personas con hipermetropía severa, la visión puede ser borrosa a cualquier distancia, de cerca o de lejos.
La hipermetropía es un trastorno del enfoque del ojo, no una enfermedad ocular.
La hipermetropía en niños es muy importante puesto que puede dificultar su aprendizaje.
¿Cuáles son los síntomas de la hipermetropía?
La hipermetropía es hereditaria, por lo que la genética es uno de los principales factores que influyen en la presencia de este error de refracción. En muchos casos no se detecta hasta pasados los 40 años, ya que se pone de manifiesto cuando la capacidad de acomodación del ojo se reduce.
Algunos de los signos más habituales cuando se tiene hipermetropía son:
Visión borrosa, sobre todo de cerca
Dolor de cabeza
Fatiga ocular
Enrojecimiento y picor en los ojos
Conviene prestar especial atención a los niños que presentan alguno de estos signos, ya que la hipermetropía infantil es una de las más comunes y debe corregirse lo antes posible. Para que este problema visual no le afecta durante su etapa de desarrollo.
¿Cómo se corrige la hipermetropía?
Gafas o lentes de contacto. Estos funcionan llevando la luz a la retina a la parte posterior del ojo, para que sea posible ver más claramente.
Algunos niños no necesitan gafas para la hipermetropía o la superan. Pero todos los niños con hipermetropía deben ver a un especialista en la visión óptico-optometrista y oftalmólogo. Si la hipermetropía empeora y se deja sin tratar, puede producir ambliopía (ojo vago) y pérdida de visión.